La Serenata de Altisidora

"La Serenata de Altisidora" es un espectáculo cuyo objetivo consiste en la difusión de la obra de "Don Quijote de la Mancha" de Miguel de Cervantes , a través de la música de la época y los instrumentos de pulso y púa (bandurria, laúd tenor y guitarra).


El espectáculo, de aproximadamente una hora y media de duración, combina algunos de los pasajes más significativos de la obra, con música de los compositores más representativos del Renacimiento Español, contemporáneos de Cervantes.


Objetivos

Se pretende fomentar la lectura del Quijote y mostrar la música de la época de Miguel de Cervantes a través de los instrumentos de pulso y púa, recreando según el patrón de la época, el arte de la improvisación, habitual en la España del Renacimiento, donde no sólo se improvisaba sobre una pieza o composición sino que se podían añadir secciones de varias obras o incluso combinar obras de varios compositores en una sola.


Programa

En el recital se interpretan en su mayoría adaptaciones de obras de compositores del Renacimiento Español comprendidos entre el nacimiento y fallecimiento de Cervantes (1547 y 1616) que incluye romanzas españolas, tiranas, pavanas, jácaras, fantasías y danzas populares.

Parte I

1. Introducción
    Diferencias (El canto del caballero).......... A. Cabezón

2. En un lugar de La Mancha
    Tirana................................................ Anónimo, s. XVI

3. 1ª salida de D. Quijote
    ¡Oh, venturoso día!.............................. Fco. Guerrero

4. D. Quijote es armado caballero
    Gallarda............................................... A. de Mudarra

5. La del alba sería
    Pavana III................................................ L. de Milán

6. ¡Al fuego los libros de caballería!
    ¡Oh, qué bien que baila Gil!............. Anónimo, s. XVII

7. D. Quijote convence a Sancho
    Al villano se la dan....................................... Anónimo

8. Aventura de los molinos
    Paseábase el rey moro........................ L. de Narváez


Parte II

9. Pavana................................................ A. de Mudarra

10. Los frailes de la Orden de San Benito
      Fantasía X......................................... A. de Mudarra

11. Duelo de D. Quijote y el vizcaíno
      Romanesca II.................................... A. de Mudarra

12. Batalla con los yangüeses
      La Tricotea.................................................... Alonso

13. La venta como Castillo y Maritornes
      Ay, linda amiga .............................. Anónimo, s. XVI

14. El bálsamo de Fierabrás
      Hoy comamos y bebamos............... Juan del Enzina

15. El manteo de Sancho
      No hay que decirle el primor (Jácara)........ Anónimo

16. Final
      Ave María................................ Tomás L. De Victoria




Don Quijote y el Laúd

En el capítulo XLVI de la Segunda Parte del Ingenioso Caballero, don Quijote muerde presto el anzuelo dispuesto por Altisidora: “Haga vuestra merced, señora, que se me ponga un laúd esta noche en mi aposento, que yo consolaré lo mejor que pudiere a esta lastimada doncella”. Cuando don Alonso Quijano se retira, recuperada la desmayada Altisidora, ésta apostilla: “Menester será que se le ponga el laúd, que sin duda don Quijote quiere darnos música, y no será mala, siendo suya”.

Poco podría imaginar nuestro hidalgo caballero que si bien aquella misma noche recibió burlas y laúdes, años después de su muerte habría de contar en todo el mundo no sólo con un sinfín de óperas que glosaran su triste figura, sino con innumerables agrupaciones instrumentales, orquestas de cámara y sinfónicas que describieran las disparatadas desventuras vividas en una Mancha sin medida. La historia de don Quijote condujo a los más importantes compositores de cada época a traducir la sinrazón universal de nuestro héroe más allá de toda lengua, a ese otro lenguaje de medidas e igualmente desmesurado que es la música.

Esta varia música quijotesca recoge todas aquellas manifestaciones musicales inspiradas en el relato cervantino y sin duda constituyen una creativa interpretación de la dimensión plural de la novela, una lectura singular que alumbra y a la vez traiciona al infortunado caballero al tiempo que desvela las expectativas que los más variados auditorios han depositado sobre este afortunado disparate.

A este aspecto fascinante que recorre las transformaciones musicales de que ha sido objeto toda la obra cervantina hay que añadir su condición irremplazable de testimonio de una de las etapas más importantes de la música española. Sus constantes referencias a las danzas, romances y canciones, instrumentos y costumbres de una sociedad heredera de los mejores hallazgos del Renacimiento musical y prometedora de sus mayores virtudes en las puertas del barroco nos informan fielmente de la factura musical de este periodo, hecho que fue reconocido un siglo después por la Real Academia Española en su Diccionario de Autoridades al acudir a Cervantes como testigo fiel de los usos de una gran parte de sus artículos musicales.


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Antología Poética y Musical Española de los Siglos XIX y XX

"La Antología de la Poesía y Música Española" es un espectáculo que pretende dar a conocer la poesía española del siglo XIX y XX (Generación del 98 y Generación del 27), de la mano de la música de compositores pertenecientes al Nacionalismo Español, periodo de gran esplendor y que más grandes compositores a dado en nuestro país, enraizado plenamente en el Romanticismo y que nace del interés por lo folclórico y las esencias de cada pueblo.


Parte I

1. Introducción
    Sacromonte (Danzas Gitanas)..................... J. Turina

2. Romance del Duero............................ Gerardo Diego
    Pavana - Capricho...................................... I. Albéniz

3. Paisaje dulce está el campo.................. J. R. Jiménez
    Asturias...................................................... I. Albéniz

4. Yo voy soñando Caminos........................ A. Machado
    Cantos de mi Tierra (Aires Andaluces)....... A. Barrios

5. Al niño enfermo................................. M. de Unamuno
    El Noi de la Mare........................................... Popular

Parte II

6. Danza (La Vida Breve)............................. M. de Falla

7. Elegía a Ramón Sijé............................ M. Hernández
    Oriental (Danzas Españolas)................ E. Granados

8. Preciosa y el Aire............................... F. García Lorca
    Angelita (tango)........................................ A. Barrios

9. Contrastes (Dolora 120)............... R. de Campoamor
    Vals nº1 – Melódico (Valses Poéticos)... E. Granados

10. España en Marcha........................... Gabriel Celaya
      Jota Navarra......................................... P. Sarasate


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IV Centenario del EL GRECO

"IV Centenario del EL GRECO" es un espectáculo que pretende unirse a los actos para conmemorar los 400 años del fallecimiento del pintor, a través de la música de la época y los instrumentos de pulso y púa (bandurria, laúd tenor y guitarra), haciendo un recorrido por su vida y obra.


El espectáculo, de aproximadamente una hora de duración, alterna comentarios sobre la biografía del pintor, obras realizadas, curiosidades, etc. con música de los compositores más representativos del Renacimiento Español, contemporáneos de El Greco. Simultáneamente se realizará la proyección de imágenes sobre una pantalla de fondo, mediante una presentación de Power-point, con las obras, retratos, etc. que realizó el autor.



Objetivos

Se pretende dar a conocer la vida y obra de El Greco a través de la música de la época con ayuda de los instrumentos de pulso y púa, siguiendo el siguiente guión:

1 - NACIMIENTO E INFANCIA DE EL GRECO
2 - EL GRECO VIAJA A ITALIA: VENECIA Y ROMA
3 - 1.576, AÑO EN QUE EL GRECO LLEGA A ESPAÑA
4 -“EL EXPOLIO”, EL GRECO Y LA CATEDRAL DE TOLEDO
5 - EL ENCARGO DE FELIPE II
6 - EL GRECO SE INSTALA DEFINITIVAMENTE EN TOLEDO
7 - “EL ENTIERRO DEL SEÑOR DE ORGAZ”
8 - EL GRECO, PINTOR DE SANTOS
9 - EL GRECO, EXCELENTE RETRATISTA
10 - OBRAS DE EL GRECO DE TIPO PROFANO
11 - EL GRECO COMO ESCULTOR
12 - MUERTE DE EL GRECO.



Programa

En el recital se interpretan en su mayoría adaptaciones de obras de compositores del Renacimiento Español que incluye romanzas españolas, pavanas, jácaras, fantasías endechas y danzas populares.

1. La mañana de San Juan. (Diego Pisador)
2. Paseávase el Rey moro. (Luis de Narváez)
3. Diferencias sobre Guárdame las vacas. (Luis de Narváez)
4. Si la noche haze escura. (Cancionero de Upsala)
5. Endechas de Canarias. (Diego Pisador)
6. Pavana de Alexandre y gallarda. (Alonso Mudarra)
7. Rodrigo Martinez. (Cancionero de Palacio)
8. Pase el agoa. (Cancionero de Palacio)
9. Pavana para guitarra renacentista. (Alonso de Mudarra)
10. Niña y viña. (Cancionero de la Colombina)
11. Fata la parte. (Juan del Encina)
12. No hay que decirle el primor. (Anónimo, s.XVII)



Sobre el espectáculo y el concierto

El grupo Altisidora propone diferentes formatos y opciones en función del presupuesto y las necesidades, con posibilidad de personalizar el programa.

Concierto: IV CENTENARIO DE EL GRECO
Programa de música del Renacimiento español contemporánea al Greco.

Espectáculo: IV CENTENARIO DE EL GRECO
Programa para conmemorar el IV centenario del Greco, invitándonos a hacer un recorrido por la vida y obra del célebre pintor, amenizado con la música del Renacimiento Español.

Todas las opciones se pueden llevar a cabo con la proyección de imágenes de fondo, con una presentación en power-point, para lo cual sería necesario un proyector.


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Sobre el Greco

La obra de El Greco, Doménico Theotocopoulos, es una caso único en la Historia de la pintura. Cualquier persona sin tener muchos conocimientos artísticos puede identificar su inconfundible estilo. Su originalidad radica en una personalidad peculiar y, sobre todo, en que en él confluyen cuatro tradiciones pictóricas y espirituales que se sintetizan en armonía creando un estilo irrepetible: la figuración bizantina, el colorismo veneciano, el manierismo miguelangelesco y la espiritualidad castellana. Por otro lado, la obra de El Greco es un caso sin parangón de evolución y de madurez de un artista: hay un auténtico abismo entre los trabajos insignificantes del "Greco pintor de iconos" hasta sus altísimas creaciones de época española.

Nacimiento y formación en Creta (1541-1567)
Nació Doméncio Tehotocopoulos en la ciudad cretense de Candía en 1541. La isla era por aquel entonces una colonia de la República Veneciana, donde, sin embargo, se hablaba griego y se regía artísticamente por la estética bizantina. Su iniciación profesional tuvo como marco, probablemente, alguno de los talleres monásticos que mantenían las enseñanzas de la pintura mural y de iconos como una práctica artesana de repetición. Aunque no tenemos cuadros autentificados de aquella época sus primeras obras en Italia denotan todavía dejes de este aprendizaje como los modelos humanos y el gusto por representar las figuras sin referencia espacial (los fondos dorados).


Los años entre Venecia y Roma (1567-1576).
Debió ser en torno a 1567 cuando El Greco llegó a Venecia, la metrópoli, donde se desplegó ante sus ojos un panorama de excepcional esplendor artístico, que varió su forma de pintar. Coincidió con la última fase del siglo de oro de la pintura veneciana: el viejo Tiziano, Tintoretto, los Bassano y El Veronés. La conversión a la pintura occidental no aconteció súbitamente como podemos comprobar en el Tríptico de Módena (1568) que aún conserva mucho regusto bizantino. Cuando en 1570 se traslada a Roma ya es un pintor que domina la pintura occidental. En esta ciudad busca seguir aprendiendo del contacto directo con la pintura de Miguel Ángel y conseguir la notoriedad que no puede conseguir en una Venecia plagada de pintores de calidad. Sin embargo, lo más destacable que hace artísticamente hablando son retratos, como el que hace para su amigo Giulio Clovio. El pintor un tanto frustrado por la imposibilidad de mostrar su valía se permite fanfarronear, llegando a declararse capaz de mejorar el Juicio Final de Miguel Ángel. Sea por la enemistad que le genera tal comentario entre los círculos intelectuales romanos, o sea porque confía en algún encargo de mérito en la corte de Felipe II de España, el caso es que hacia 1576 abandona Italia rumbo a España como hicieran otros pintores italianos.


La primera etapa en España (1577-1586).
La primera mención de El Greco en España es de 1577, cuando aparece ejecutando el retablo mayor de la iglesia de Santo Domingo el Antiguo de Toledo con su formidable escena de La Trinidad. Poco después pinta el impresionante Expolio de la sacristía de la catedral. Es de imaginar la sensación que en Toledo producirían estas pinturas, en los que se funden originalmente lo mejor del colorido veneciano y del manierismo miguelangelesco. Tales obras y su artífice encajarían perfectamente en el ambiente religioso, literario y artístico de la ciudad. Pero las aspiraciones de El Greco apuntaban más alto, él había venido a España buscando abrirse las puertas de El Escorial, entrar al servicio de Felipe II. Y, en efecto, en 1579 logró atraer la atención del monarca y el encargo de un cuadro para el retablo de El Escorial. Por desgracia, el cuadro que realizó, el Martirio de San Mauricio (1580-82), no gustó iconográficamente al rey que buscaba una escena conmovedora al uso de la contrarreforma y no un diálogo amigable entre el santo y sus torturadores. Fallido el intento de conquistar el favor real, el pintor se domicilia y crea taller en Toledo definitivamente. De aquí apenas saldrá en el resto de su vida. Se siente a gusto en esta ciudad donde no le falta clientela. Sus amistades le piden retratos (El caballero de la mano en el pecho, 1583) y los conventos y parroquias de la ciudad y del arzobispado retablos y lienzos de devoción.


Del Entierro del Conde de Orgaz hasta su muerte (1586-1614).
La obra monumental de El Greco, el Entierro del Conde de Orgaz (1586), es la obra de madurez en donde se concitan los dos géneros en los que se especializa en esos años. El inferior representa la leyenda del milagro acaecido durante el sepelio del conde en donde se aparecieron San Esteban y San Agustín para depositar el cadáver ensu tumba. La escena se actualiza mediante el añadido del grupo de caballeros toledanos contemporáneos del pintor que contemplan la escena y de su propio hijo que mira a los espectadores y nos señala con su dedo el momento. El piso superior representa la recepción del alma del difunto en el cielo. Entre la corte celestial el retrato de Felipe II. La diversidad de los dos mundos, el terrenal y el celeste, será a partir de ahora una constante de sus cuadros. Todavía en este cuadro el plano terrestre está tratado con sobriedad de colores y realismo en el retrato, pero el cielo ya manifiesta una libertad de pincelada desmaterializadora que "espectraliza" a los seres. Desde 1596 se produjo un gran aumento de encargos que se mantuvo hasta su muerte. Las razones son varias: la reputación alcanzada por el artista en los años anteriores, el prestigio y amistad con un grupo de mecenas locales que le proporcionaron con regularidad encargos importantes y también, desde 1600, la participación en el taller de su hijo Jorge Manuel, que consiguió encargos en los pueblos cercanos a Toledo. La última década del siglo XVI fue un periodo crucial en su arte pues en él se desarrolló su estilo tardío. El 7 de abril de 1614 falleció con 73 años, siendo enterrado en Santo Domingo el Antiguo. Su vida, llena de orgullo e independencia, siempre tendió al afianzamiento de su particular y extraño estilo, evitando las imitaciones.